Nombre
Enrique de Villena escribió en el 1840 un tratado sobre el "mal de ojo" o "aojamiento", diciendo que los facultativos lo llamaban "fascinación", del nombre tradicional en latín "fascinare". Joaquín Bastús escribió en 1862 que la palabra griega "envidia" venia de la expresión "aquella que nos mira con mal ojo" y de ahí el mal de ojo, y protegian a los jóvenes marcando sus frentes con barro o cieno.
Un objeto, planta, palabra, inscripción, etc. que es "apotropaico" es aquel que aleja el mal de ojo, los espíritus y el infortunio; del latín "atropetein", que quiere decir "alejar".
El proceso del aojamiento
El mal de ojo, como proceso, puede venir dado de manera voluntaria o involuntaria, y es, según la creencia popular, efecto de la envidia o admiración del "emisor", que a través de su mirada (ya sea directa, en símbolo o incluso mental) provoca un mal en el envidiado/admirado. En algunas culturas orientales se cree, también, que las personas de ojos claros (azules, verdes, grises y rayados) tienen mayor poder para el mal de ojo.
Remedios contra el mal de ojo
Popularmente se han buscado diferentes remedios, ya sea para la prevención, como por ejemplo pisar los zapatos nuevos de familiares y amigos (como mecanismo para evitar la envidia), escupir a los bebes o embarazadas (en las culturas populares se considera la saliva como protectora), la interposición de objetos considerados como mágicos (como los bordones - Makilak - en las regiones vascongadas) o protectores mágico-religiosos, como estampillas de santos, oraciones, la cruz de Caravaca en la región, etc…
La cura del mal de ojo, la cultura popular suele dejarla en manos de curanderos, que realizan diferentes rituales. En uno de ellos, bastante extendido, en primer lugar se diagnostica que efectivamente la persona padece de mal de ojo vertiendo aceite sobre un mechón de pelo de la misma, que se sujeta sobre un vaso de agua: si la persona está aojada el aceite se mezcla con el agua, esto es que se observan varias gotas que no se funden en una y quedan transparentes. Para curar al afectado se debe continuar realizando este ritual al tiempo que se pronuncia una oración hasta que "se corta", esto es que se pueda ver el aceite flotando sobre el agua, como es normal. Pero no en todas partes se utiliza esa forma de protección o curación ya que los lugares o países de creencia son diferentes. Por ejemplo, en Chile, muchas veces se santigua a los bebés, en una especie de unión de las tradiciones cristianas y las paganas; en Perú y México se pasa un huevo o un cuy por todo el cuerpo del afectado para extraer el mal.
Protección contra el mal de ojo
Se considera una protección una higa, o acciones tales como ponerle un objeto llamativo al envidiado o afectado, una cinta roja es lo más común a modo de llamar la atención de la mirada del observador y colgar amuletos que sirven como escudo al mal. Los amuletos más comunes utilizados en Latinoamérica son: una semilla llamada ojo de venado, cuentas de vidrio (Chaquira) roja y negra, un imperdible de plata con un ojo azul de vidrio, ámbar, un collar hecho por sí mismo, etc. Durante la lejana época del Antiguo Egipto se utilizó como protección el "Ojo de Horus". Se conoce como nazar (en turco, boncuğu nazar o nazarlık), al talismán más frecuente en Turquía, que se encuentra en o sobre casas y vehículos, o son usados como adornos.
5 razones para no creer
1- Porque solo ocurre a los que creen en ella.
2- No esta demostrado científicamente.
3- Algunos de sus efectos pasan por casualidad.
4- Depende quien te lo diga se te cura o no.
5- Creo que también afecta a los creyentes religiosos.
EJERCICIO 2: EL MAL DE OJO
jueves, 30 de septiembre de 2010
Publicado por pensando en alguna vacineriaAA en 11:17
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